Llegué buscando amor
a esta ciudad encantada,
y me decidí por ésta
mil veces la avalaban
cuentos, libros, novelas
poemas que se recitaban,
si quieres encontrar amor
camina por Salamanca.
Quise extirpar el amor
desde esa literatura,
y encontrarme una mirada,
buscando solo la tuya.
Sentí gritar a los hombres
y murmurar a la luna,
todos hablaban de ti
con pasión y con locura.
De tarde un largo camino
me llevó hasta el Tormes,
carente de lazarillo
mas lleno de emociones.
Vagué por esas orillas
perdiéndome en mí mismo,
saliendo a la superficie
al encontrarme contigo.
Ni una palabra me diste,
solo un beso callado,
en aquel lugar oscuro
en aquel tiempo parado.
Miraste a las estrellas
y me soltaste la mano,
te fuiste con la noche
que nunca había llegado.
¿Quién es feliz, Salamanca,
viviendo entre tus brazos?
Texto de Alejandro Bena