sábado, 8 de febrero de 2014

Quod natura non dat, Salmantica non præstat

Llegué buscando amor
a esta ciudad encantada,

y me decidí por ésta
mil veces la avalaban

cuentos, libros, novelas
poemas que se recitaban,

si quieres encontrar amor
camina por Salamanca.  

Quise extirpar el amor
desde esa literatura,

y encontrarme una mirada,
buscando solo la tuya.

Sentí gritar a los hombres
y murmurar a la luna,

todos hablaban de ti
con pasión y con locura.

De tarde un largo camino
me llevó hasta el Tormes,

carente de lazarillo
mas lleno de emociones.

Vagué por esas orillas
perdiéndome en mí mismo,

saliendo a la superficie
al encontrarme contigo.

Ni una palabra me diste,
solo un beso callado,

en aquel lugar oscuro
en aquel tiempo parado.

Miraste a las estrellas
y me soltaste la mano,

te fuiste con la noche
que nunca había llegado.

¿Quién es feliz, Salamanca,
viviendo entre tus brazos?

Texto de Alejandro Bena